jueves, 10 de diciembre de 2009

El puerto que queremos

La Coruña y el mar son una. No se entiende esta ciudad sin el mar. Las declaraciones del presidente de Puertos del Estado, González Laxe, que descartan el contradique de Langosteira, sitúan de forma taxativa a los coruñeses de espaldas al mar. Es una condena premeditada a un futuro a medias, recortado, algo propio de una política cicatera. El Puerto de La Coruña y otras instituciones de la ciudad siempre soñaron con una dársena exterior que erradicase los productos contaminantes y potencialmente peligrosos y que facilitase el incremento del tráfico de mercancías, para crecer en riqueza y empleo, ya que en los muelles actuales no es posible esa ampliación.

Si el puerto exterior de Langosteira es un proyecto de Estado, fruto del consenso, y refrendado por Europa, lo tiene que ser con todas las consecuencias. Ya hemos superado ciertas reticencias iniciales, y agotado también el mandato de Magdalena Álvarez en el Ministerio de Fomento, de ingrato recuerdo para Galicia. No pueden poner más limitaciones a nuestro futuro. Voces autorizadas lo han subrayado, como conciencia crítica del poder que son. Dique y contradique son las dos caras de la misma moneda, el dinero que necesitamos para garantizar el trabajo y la prosperidad de los coruñeses de hoy y de las generaciones que vendrán.

El Partido Popular no comparte la idea manifestada por González Laxe de que el puerto exterior vaya a convertirse solo en un puerto energético, dedicado casi en exclusiva al tráfico de carbón y productos derivados del petróleo. Los actuales responsables del Puerto, que heredan una gestión anterior manifiestamente mejorable, trabajan con todo el empuje para enderezar el proyecto. Solo la ambición nos puede guiar cuando se trata del porvenir. No tendría sentido efectuar una inversión de 700 millones de euros y no sacarle rendimiento. Un puerto es una puerta abierta, y el Partido Popular quiere que sea una puerta de doble hoja, dique y contradique.

No queremos más dudas y evasivas inesperadas. Hacer una apuesta de mínimos sin contradique es perder la partida en la que se juegan su futuro miles de coruñeses. Nadie entendería un traje sin mangas, un coche sin volante y un puerto exterior sin contradique. El Partido Popular considera una obligación y un ejercicio de responsabilidad presentar una moción en el Ayuntamiento de La Coruña para que se construya el enlace ferroviario con punta Langosteira y se autorice la obra del contradique. Frente a las dudas planteadas desde el Ministerio de Fomento, con el silencio cómplice del alcalde de La Coruña, el Partido Popular estará siempre del lado de quienes luchen por el mejor puerto posible. No aceptaremos que se borre un contradique que supone más trabajo, más riqueza, más futuro. No se puede hacer una inversión a la baja que se transforme en una soga con la que se estrangulará el porvenir de Galicia.

Los políticos debemos ser firmes y sujetar nuestros proyectos en el cable tendido del horizonte. Denunciaré las veces que haga falta esta política de cangrejo de los socialistas, un paso para adelante y dos para atrás. Tengo la convicción de que esta denuncia firme es la mejor manera de servir a mis conciudadanos y a mi ciudad. No tiene razón de ser dejar un plan a medias. Es una manera de hurtarles a los gallegos la mitad de sus posibilidades de afrontar un futuro esperanzador. Está en juego La Coruña y la Galicia del siglo XXI. No podemos mirar para otro lado cuando la ciudad se desangra por la herida que Blanco y Laxe, dos políticos gallegos, han abierto con un puerto exterior en Langosteira partido por la mitad. Cada euro que se gaste en el contradique es una compra de futuro para La Coruña y Galicia. Y quien no lo entienda así faltará a la verdad.

La decisión del Ministerio de Fomento de no financiar la obra del contradique del puerto exterior restaría operatividad a la dársena de Punta Langosteira, rebajaría su competitividad para captar nuevos tráficos e impediría trasladar gran parte de la actividad portuaria que actualmente se desarrolla en San Diego, como las descargas de cereales y graneles sólidos. En consecuencia, es hora de que los coruñeses defendamos nuestro futuro y digamos claramente que el puerto exterior de La Coruña tiene que ser tan operativo y tan competitivo como cualquiera de las dársenas de interés general, financiadas por el Ministerio de Fomento, del resto de España.
Tribuna (Opinión) - La Voz de Galicia - sábado, 5 de diciembre

1 comentario:

Gerardo L. M. dijo...

Muy buenas,
ya leí su artículo este fin de semana en La Voz. Y me alegro de que lo haya colgado aquí para que más gente lo pueda leer también. Gracias por su defensa del puerto de La Coruña y por reclamar lo que es nuestro.
Muchas gracias.
Un saludo desde La Marina.