

Escuchar es la antesala de una buena decisión





Feijóo se enfrentó hoy a la primera sesión del debate de investidura. Lo hizo, como era de esperar, de forma brillante, respondiendo a las expectativas creadas. Presentó las líneas generales de su programa de gobierno. Un programa único, el de un partido unido y cohesionado, el de un partido especialmente sensibilizado con los que peor lo están pasando en estos momentos de crisis. Feijóo no esquivó ningún asunto. Hizo un discurso sincero, mirando a los ojos de las personas, centrado en los problemas de los sectores productivos de Galicia, centrado en los problemas de las personas. Abordó de frente los problemas creados por el bipartito, como el conflicto lingüístico generado por los que quieren imponer el uso del gallego, el concurso eólico, o la reforma del Estatuto de Autonomía. Feijóo fue directo y sincero, previsible y
Si afectan o no a la salud de las personas, y en que grado, es algo que por el momento no está probado, ni demostrado de forma definitiva. Pero ante el riesgo de que así sea, es evidente que las administraciones han de ser restrictivas, y rigurosas. Existe una normativa, que hay que cumplir y hacer cumplir, y eso es algo que en el Ayuntamiento de La Coruña, o no entienden o no quieren entender.






Internet nos permite intercambiar ideas en tiempo real, conectar con otras personas, escuchar y ser escuchados. Con esa idea nace este blog. Desde la humildad de quien se inicia en el mundo 'bloggero', quiero decirte que estoy aquí para contarte mis reflexiones sobre este apasionante mundo que es la política. Quiero hablarte de mi Galicia y de mi Coruña y de cómo las veo. Pero, quiero saber cómo lo ves tú y que me cuentes tus impresiones. Te invito a establecer un diálogo, a que participes; a que expreses tu punto de vista, con total y absoluta libertad; criticando, si te parece; apoyando, si lo crees necesario. Hagamos de este blog un punto de encuentro. Las puertas están abiertas. Bienvenid@ amig@ y gracias por detener tu mirada en esta sencilla choza.
Carlos Negreira.