El traspaso de poderes debe agilizarse, por el bien de Galicia

Parece que Touriño y Quintana se aferran al poder de forma desesperada, resistiéndose a iniciar el traspaso de poderes. La reacción de Touriño fue desproporcionada tras recibir la misiva del Presidente electo, Alberto Núñez Feijóo en la que le invitaba a designar un interlocutor para iniciar el proceso de traspaso de poderes. A mi juicio, la airada reacción del Presidente en funciones parece totalmente inapropiada.

Con la grave situación económica que atraviesa Galicia, no parece razonable qu el gobierno en funciones pretenda frenar o entorpecer la llegada de nuevo gobierno que presidirá Feijóo. La delicada situación que atraviesa Galicia obliga al gobierno saliente y al entrante a actuar con eficacia y eficiencia, en un traspaso de poderes que ya debería haber partido del presidente en funciones.

Es cierto que no existe regulación específica sobre el traspaso de poderes en los gobiernos autonómicos, pero la normativa estatal y la jurisprudencia establecen que el Goberno en funciones deberá facilitar el traspaso de poderes y limitar su gestión al despacho ordinario de los asuntos públicos, sin tomar, salvo en caso de urgencia, decisiones o medidas en relación con la dirección política de la Administración.

En mi opinión, resulta fundamental ir preparando este proceso, ya que no debe pasar ni un solo minuto entre el momento en el que el Gobierno de Touriño abandone la Xunta y la toma de posesión del nuevo Presidente y su gobierno, con el fin de que los nuevos conselleiros tengan a su disposición toda la información necesaria para ir adoptando decisiones, y conociendo la situación real de la administración autonómica.

Galicia no puede permitirse el lujo de estar parada ni un instante, sobre todo pensando en la delicada situación de crisis que atraviesan nuestros sectores poductivos, y ante el crecimiento desbocado del desempleo. Por eso, resulta fundamental que se empiece a trabajar en el traspaso de poderes. Cuanto antes se empiece más fructífera podrá ser la nueva legislatura, y antes se podrá iniciar la acción de gobierno del nuevo equipo de Feijóo.

Chegou o momento de empezar a pensar en Galicia, superando cuestiones partidistas. Las elecciones ya han pasado, y es el momento de empezar a trabajar por el futuro, superando las divisiones partidistas,construyendo un proyecto común que se llama Galicia.